El 97% de las empresas muestran su preocupación por la dependencia energética del exterior, el 52% conoce los fondos NGEU aunque el 54% no confía en que ayuden a reparar la economía
- El presidente del Consejo de Cámaras de Comercio presenta el estudio Clima empresarial de Castilla y León, que muestra la perspectiva de las empresas y su opinión sobre las perspectivas económicas de las empresas, energía, guerra en Ucrania y fondos europeos
- De cara al 2023, las ventas en el exterior y la adquisición de suministros en el mercado internacional son los aspectos sobre los que las empresas de la región tienen una visión positiva
El 97% de las empresas de Castilla y León considera que la dependencia energética del exterior es un factor muy o bastante grave. Esta es una de las principales conclusiones del estudio Clima empresarial de Castilla y León, basado en la encuesta realizada por Sigma DOS para la Cámara de España, donde han participado 300 empresas de la Comunidad, entre las 2.164 del conjunto del país y en cuya selección se ha tenido en cuenta su tamaño y sector de actividad.
El estudio, que ahonda en los problemas energéticos que están afrontando las empresas, revela que respecto a las posibles medidas para reducir esa dependencia, el 52% apuesta por acelerar la transición hacia las energías renovables (solar, eólica, biogás, etc.); cerca de un 45% apunta hacia la ampliación del número y vida útil de las centrales nucleares, un 20% señala el incremento de la eficiencia a través de ayudas a las empresas y un 10% opta por volver a utilizar centrales de carbón para generar electricidad.
De manera mayoritaria, un 93%, las empresas estiman necesaria la creación de reservas estratégicas conjuntas en el seno de la Unión Europea para garantizar el abastecimiento de energía, materias primas u otros suministros básicos para la producción.
Durante la presentación, Antonio Miguel Méndez Pozo, presidente del Consejo de Cámaras, acompañado por Marian Hidalgo, Secretaria General del Consejo, relató que Castilla y León “no es ajena a la posible falta de energía o el incremento de precios” por lo que sin duda es “necesario y urgente abordar el mix energético, para seguir originando energía autóctona aprovechando todos los recursos”. En caso contrario, “tendríamos un problema serio y continuaríamos con una elevada dependencia energética del exterior mucho más que la media de otros países europeos”.
En general, en cuanto a la evolución de su actividad en 2022, el pesimismo empresarial está más presente en Castilla y León que en el conjunto nacional. Según los sectores, el más pesimista es la construcción, seguido de la industria, mientras que en el de la hostelería hay un saldo neutro. De esta forma, se extrae que el 66% de las empresas de la Comunidad son poco o nada optimistas, más de siete puntos de diferencia con la media nacional.
En este sentido, el encarecimiento de la energía y las materias primas se sitúa en el epicentro de la preocupación empresarial para el desarrollo de su actividad (84%), tanto desde la perspectiva que los empresarios tienen de la evolución de sus propias empresas como desde el punto de vista del conjunto de la actividad económica. Le siguen la escasez de materias primas/problemas de abastecimiento para el 38,7% y el aumento de los costes laborales para el 33,3%, la elevada presión fiscal, la escasez de mano de obra y la escasez de demanda preocupan en menor medida, pero por encima de la media nacional.
En este sentido, Méndez Pozo aconsejó “extremar la prudencia en decisiones de política económica pero no caer en el desánimo porque el pesimismo hay que atajarlo con actuaciones creíbles a los ojos de empresas y consumidores pues cualquier solución a la crisis pasa indefectiblemente por ganar la partida al desánimo”
De cara al 2023, las ventas en el exterior y la adquisición de suministros en el mercado internacional son los aspectos sobre los que las empresas de la región realizan una visión positiva. Apoyamos que la internacionalización sea un proyecto colectivo nacional en el que se opere desde la cooperación, desde la especialización sectorial y la formación”. Es cierto que nuestra base exportadora continúa aumentando, “pero debemos ir un paso más allá en la implantación en el exterior, máxime cuando la salida al exterior ha sido clave para el sustento de la economía”, destacó el presidente del Consejo.
Fondos de recuperación Next Generation EU
El grado de conocimiento sobre los fondos de recuperación Next Generation EU ha aumentado casi 13 puntos porcentuales respecto al año pasado, según revela el estudio. En la actualidad, un 52,7% de las empresas están familiarizadas con ellos, y son las que pertenecen al resto de servicios las mejor informadas de su existencia (65,3%)
También ha mejorado en 11 puntos el porcentaje de empresas que sabe cómo acceder a los fondos (38,4%) y, de hecho, un 24,2% de las encuestadas ya los han solicitado o piensa hacerlo, mientras que un 56,7% no los han solicitado ni tienen previsto hacerlo todavía.
Sin embargo, pese al aumento del grado de conocimiento, sólo el 23% han solicitado fondos o piensa hacerlo. La solicitud de los fondos se centra, principalmente, en empresas de más de 50 empleado y hasta el 33% para las que se encuentran en el resto de los servicios.
Con respecto al conjunto del país, las empresas de la Comunidad no tienen demasiada confianza en la capacidad de estos fondos para transformar y modernizar la estructura productiva de la economía (54.3%).
En este sentido, el presidente del Consejo ha destacado el notable incremento en el conocimiento de estos fondos, pero ha incidido en el papel clave de las Cámaras, ya que “hemos venido declarando que o los fondos llegan a la última milla o no aprovecharemos el empujón de Europa incidiendo directamente en la estructura de nuestro modelo productivo”. Es urgente animar a las pymes a que accedan a estos fondos porque nuestra región cuenta empresas de gran talento y capacidad para presentar proyectos viables acordes con las líneas estratégicas que ha marcado la Unión Europea”.
Guerra en Ucrania
En relación con la guerra en Ucrania, las empresas puntúan con un 6,8 sobre 10 el impacto del conflicto bélico sobre su confianza para el desarrollo de su propia actividad e idéntica cifra sobre el riesgo de que la guerra pueda frenar el crecimiento de la economía española. Por sectores, el freno se da con más intensidad en el sector de hostelería (7,5), seguido de la construcción (7,3) y del comercio (6,8).
Esta claro que el conflicto bélico afecta a la certidumbre empresarial y al posible freno económico de cara al 2023. “No sólo por economía sino por humanidad esperemos que esta guerra injusta ejercida sobre Ucrania acabe cuanto antes”.